Un día como hoy pero de 1950, la Selección uruguaya de fútbol escribió la página más gloriosa de su vasta historia al coronarse campeona del Mundial disputado en Brasil, venciendo por 2 a 1 al local en un Estadio Maracaná que observó enmudecido como un grupo de once guerreros celestes les arruinaban la fiesta.
Fuente: FIFA.com
Gesta inolvidable
El relato de cómo el 16 de julio de 1950 Uruguay enmudeció a 200.000 brasileños en un Estadio Maracaná recién inaugurado, al imponerse 2-1 al local Brasil, es transmitido de generación en generación desde entonces y recordado como la mayor hazaña del fútbol uruguayo.
El relato de cómo el 16 de julio de 1950 Uruguay enmudeció a 200.000 brasileños en un Estadio Maracaná recién inaugurado, al imponerse 2-1 al local Brasil, es transmitido de generación en generación desde entonces y recordado como la mayor hazaña del fútbol uruguayo.

Lejos de amilanarse, el capitán celeste, Obdulio Varela, se colocó la pelota bajo el brazo y reclamó durante más de un minuto un claro fuera de juego, lo que es recordado como momento clave que permitió "enfriar" el encuentro.
Uruguay se recuperó y a los 21 minutos logró empatar por intermedio de Juan Alberto Schiaffino, pero el monumental estadio enmudeció cuando a falta de 11 minutos llegó el segundo gol para Uruguay, dando inicio a la leyenda del 'Maracanazo'.

Fue el último título mundial que logró la celeste: después de 1950 lo más lejos que llegó en una Copa del Mundo fue con el cuarto puesto en México 1970, desempeño igualado este año en Sudáfrica tras una larga sucesión de desencantos en las últimas décadas.
Festejo e ilusiónLejos del espíritu de 1970, cuando el cuarto puesto fue recibido como una derrota, esta vez cientos de miles de uruguayos -en un país de 3,4 millones de personas- se lanzaron a las calles de Montevideo para festejar y brindarle un inmenso agradecimiento a su selección de fútbol.
"Muchas gracias Uruguay por ayudarnos a soñar" o "Gracias por darnos tanta alegría", eran algunos de los carteles que podían verse a lo largo de una larga caravana que convocó le martes a una multitud inédita en la historia reciente del país.
Mientras esperaban la llegada de los jugadores, los animadores de un acto de homenaje a la selección recordaron las glorias pasadas y apuntaron las baterías a la Copa del Mundo de 2014.

El 'efecto Maracaná' ha sido cuestionado por sociólogos, que afirman que dio pie al "el mito de invencibilidad" y a una especie de soberbia que impedía festejar segundos puestos.
Hoy, tras lo realizado por la selección en Sudáfrica, los hinchas se permiten soñar con otra hazaña en Brasil 2014.
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