Inolvidable choque generacional en Brasil. Santos, con dos goles de la joven estrella, se adelantó 3-0. Pero Flamengo, de la mano de las tres conquistas del veterano, terminó ganando 5-4 como visitante. (Vía InfoBAE).
Neymar da Silva tiene 19 años y pertenece al recambio que intentará mantener al Scratch en la cima, mientras que Ronaldo de Assis Moreira, con 31 abriles, ya fue campeón del mundo con su Selección -en Corea y Japón 2002- y ganó todo en los clubes que jugó.
Si bien el local perdió, todos los que estuvieron allí presentes tendrán el privilegio de recordar el encuentro en primera persona.
Dirán que la primera parte tuvo a un Santos imparable, que parecía encaminado a una goleada sin precedentes sobre el Flamengo. Con dos tantos de Humberlito Borges -el segundo con asistencia chilena de "Ney"- más otro del delantero pretendido por el Real Madrid -éste para enmarcar-, el "Peixe" sacó una ventaja de tres tantos. El estadio deliraba.
Pero a falta de pocos minutos para que finalicen los 45 iniciales, Ronaldinho, Thiago Neves y Deivid congelaron a los torcedores locales al marcar la igualdad.
Tocado en su orgullo, Neymar encaró por la izquierda y con una simulación no muy elaborada convenció al árbitro de cobrar un penal. Entonces, Elano quiso picar el balón, pero el arquero Felipe adivinó su intención y recibió la pelota mansamente en sus manos. Ni siquiera debió asegurarla, simplemente salió hacia un costado haciendo malabarismos para devolverle al ejecutante -otro de los jóvenes de la selección de Mario Menezes- el ridículo en el que pretendió sumergirlo. Seguían 3-3.
Ya en el segundo tiempo, Neymar volvió a brillar, con una definición precisa para volver a poner en ventaja a los de blanco: 4-3.
No quedaba mucho tiempo, pero los de blanco desperdiciaron un par de ocasiones de aumentar la ventaja. Y "Dinho" decidió darles una lección a los aspirantes a heredar su trono.
Primero utilizó toda su picardía y habilidad para generar una falta en el borde del área grande. Desde allí convirtió con un disparo más preciso que potente -casi de billar-, que pasó por debajo de la barrera. Todos los jugadores del Santos saltaron pensando que el tiro iría por arriba.
Minutos después, aprovechó una distracción de la última línea Peixe y definió cruzado ante Rafael. Su característica -y prominente- sonrisa le puso el broche final a su lección maestra. Neymar y compañía tendrán que saber aprovecharla para que no repetir su desazón del final, apenas días después de quedar eliminados también en la Copa América con la selección.
A nosotros nos tocó saborear con total desinterés uno de los platos más sabrosos que haya dado jamás el fútbol brasileño: Santos 4 - Flamengo 5.
FUENTE: InfoBAE
Publicar un comentario