En un aburrido partido, el Granate dejó pasar la chance de seguir en la cima del torneo y ahora se le viene el debut en la Sudamericana. Tigre se conformó con el empate pero sigue sin ganar de visitante y se complica con el promedio.
En el partido que abrió la jornada de sábado de la 4ta fecha del Apertura 2011, Lanús recibía a Tigre con una única premisa: ganar para ser el único líder del torneo. El equipo de Victoria, por su parte, quería seguir en la senda del triunfo tras la victoria ante Godoy Cruz del pasado fin de semana.
La primera media de hora de juego fue favorable a Tigre. A través de Gastón Díaz, con sus peligrosas subidas por la banda izquierda, y con Román Martínez encendido en la asistencia a los hombres de ataque, el conjunto de Arruabarrena era el que proponía más. Lo mejor del local pasó por un tiro libre peligroso de César Carranza que pasó cerca del arco de Javier García; y por un remate del uruguayo Mario Regueiro que Carlos Casteglione despejó a escasos centímetros de la línea de gol.
La jugada polémica del partido tuvo lugar a los 35 minutos. Una serie de rebotes en el área de Agustín Marchesín derivó en un tumulto de jugadores caídos y, entre ellos, el defensor granate Carlos Izquierdoz tocó la pelota con su brazo izquierdo evitando el gol de Tigre. Sergio Pezzotta, árbitro del encuentro, no acusó haber observado este hecho y no sancionó un claro penal que pudo haber cambiado el curso del partido.
Para el complemento, Tigre perdió un soldado. Diego Castaño no salió a disputar la etapa final por un problema muscular y debió ser reemplazado por Matías Escobar. Con los ingresos de Juan Neira y Mariano Pavone, Gabriel Schurrer intentó llegar al gol del triunfo pero no pudo ser. La visita se refugió en su campo, esperando poder salir de contragolpe.
El gol nunca llegó, los equipos aburrieron a los hinchas presentes en el Estadio Néstor Díaz y tuvieron que irse conformes con un punto que no le sirve a ninguno.
Fuente: Vavel Argentina
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